Esa sensación pegajosa y desagradable de tener la piel grasa no es nada agradable. La piel grasa se caracteriza por una sobreproducción de sebo, el aceite natural de la piel. Si tienes la piel grasa, tu piel lucirá brillante y será propensa a sufrir brotes de acné.
Características de la piel grasa:
- Producción excesiva de grasa: la piel grasa produce más sebo del necesario, lo que hace que la piel luzca brillante y grasosa.
- Poros dilatados: debido al aumento de la producción de sebo, la piel grasa tiende a tener poros más grandes y visibles.
- Piel propensa al acné: debido al exceso de producción de aceites, los poros se obstruyen más fácilmente, lo que da lugar a acné, puntos blancos y puntos negros.
- El maquillaje no se mantiene en su lugar: la piel grasa dificulta que el maquillaje se mantenga fresco durante largos períodos de tiempo. Cuando te maquillas, puede parecer que se apelmaza o se quita fácilmente y tu piel se verá más grasosa de lo normal.
Consejos de cuidado:
- ¡Limpia, limpia, limpia! Lávate la cara a diario, no más de dos veces al día, con un limpiador suave para eliminar el exceso de grasa, suciedad e impurezas de la piel. Los productos químicos y limpiadores agresivos pueden despojar a la piel de sus aceites naturales, lo que provoca una mayor producción de grasa en la piel. Definitivamente no queremos eso. Nuestro Aloe Face Wash es un excelente limpiador suave que limpia la piel a la vez que la hidrata, evitando que la piel se seque. Elaborado con ingredientes limpios, este limpiador tampoco despojará a tu piel de sus aceites naturales.
- Evita lavarte la cara en exceso: como ya hemos mencionado, lavarte la cara en exceso o usar limpiadores agresivos hará que tu piel produzca más aceites para compensar la humedad perdida. Lávate la cara no más de dos veces al día. Lo ideal es hacerlo una vez por la mañana y otra justo antes de acostarte para obtener mejores resultados.
- Exfoliar: la exfoliación regular de la piel eliminará los poros obstruidos y las células cutáneas muertas de la cara, lo que permitirá que la humedad se filtre a través de la piel y llegue a los poros. Asegúrese de que, una vez que se haya exfoliado, humedezca su piel para evitar que se seque y produzca más grasa.
- ¡HIDRATA! Aunque sientas que deberías dejar de hidratar tu rostro por completo, hacerlo solo hará que tu piel grasa se vuelva aún más grasosa. En su lugar, opta por un humectante suave, limpio y refrescante como nuestro Aloe Vera Daily Gel Moisturizer. Esto garantizará que tu piel esté hidratada y tenga los nutrientes adecuados para producir la cantidad correcta de aceite, luciendo así menos grasosa y alcanzando el equilibrio de humedad adecuado.
- ¡Usa un tónico! El tónico puede parecer un paso que puedes omitir. Sin embargo, el tónico garantiza que limpies tu piel y tus poros a la vez que le da a tu piel un impulso de hidratación para garantizar que reciba la cantidad adecuada de humedad. Nuestro tónico de aloe vera está enriquecido con hamamelis, que elimina las impurezas a la vez que equilibra el pH de tu piel.
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