Por: Ima Linzag
En el mundo de las redes sociales, donde los usuarios se ven presionados a presentarse de la mejor manera posible, existe una brecha cada vez mayor entre lo auténtico y lo que se embellece. A menudo, es difícil discernir lo que es genuino y lo que no. Las personas se toman fotos “espontáneas” de ellas mirando a lo lejos o riéndose, cuando en realidad están posando frente a un fotógrafo (o un amigo muy fiel). Algunas cuentas de Instagram se pintan la cara con maquillaje para crear un aspecto estéticamente agradable para una fotografía, pero demasiado atrevido para los ojos del ciudadano medio o de la mujer común en la vida real. Además del maquillaje, se encuentran filtros embellecedores o fotos muy editadas. En conjunto, casi se espera que el contenido que se encuentra en las redes sociales sea “falso”.
Pero, ¿qué sucede cuando hay una cuenta que es descaradamente falsa, pero aun así tiene éxito? Lil Miquela tiene una Instagram Se acerca al millón de seguidores y resulta que es una modelo generada por computadora. A pesar de ser generada por computadora, hay algunos seguidores que no pueden aceptar la posibilidad. Habrá una serie de comentarios debajo de las publicaciones que cuestionarán su autenticidad, preguntarán "es un robot o no" o simplemente comentarios que digan "falso".
Se desconoce el propósito de la cuenta y quiénes la administran, pero la intriga que genera es innegable, como pueden atestiguar sus más de 900.000 seguidores. Sus atuendos están a la moda y sus rasgos, rematados con un flequillo corto y recto, son llamativos. El contenido que publica Miquela tampoco se limita a su moda. Ha publicado fan art de ella misma, figuras inspiradoras, memes y fotos de ella misma con "amigos".
Aunque Miquela no es real, el contenido publicado y la interacción dirigida hacia ella por parte de los comentaristas parecen indicar lo contrario. Publica fotos de sus “comidas”, libros que ha “leído” y sus obsesiones musicales actuales, todo lo cual, por supuesto, no puede ser verdad debido al hecho de que es un ser virtual. Sin embargo, algunos usuarios aún la elogian como si fuera una persona real, elogiándola por lucir un atuendo espectacular y algunos incluso le piden que siga sus propias cuentas. Lo que me parece más interesante es cómo usa su plataforma para expresar opiniones sobre temas sociales también. En su biografía, se puede ver claramente que apoya el movimiento Black Lives Matter, e incluso tiene un enlace directo para hacer donaciones a la causa Black Girls Code, así como una publicación en apoyo de DACA. Miquela parece tener la opinión de personas reales, y se la trata como tal. A pesar de ser una figura virtual, mientras mantenga un seguimiento, es innegablemente una influenciadora. Ya sea que su propósito sea arrojar luz sobre las injusticias o servir como reflejo de la autenticidad en el mundo de las redes sociales, Miquela continuará desarrollando su personalidad a medida que su contenido y sus seguidores crezcan.